Todos hemos oído hablar de los bugs: errores en el código de un programa que impiden o perturban su correcto funcionamiento. Pero, ¿cómo se acuñó este término? Desde luego no existe mucha relación entre un bicho (bug) y un problema... Y aunque para algunos sí que la hay, yo me refiero a otro tipo de contratiempos.
Si estás iniciándote en el mundo de la programación y te dan miedo los insectos, prepárate. Durante su vida útil todo programa ha tenido, tiene, o tendrá algún que otro bug que te alegrará el día y te recordará lo feliz que fuiste tomando la decisión de dedicarte a esto y lo poco que te arrepientes.
- ¡¡Pero no veo ningún bicho en el código Alejandro!! ¿Por qué los llamas así?
En el campo de la informática, los errores en el código fueron bautizados como bugs en 1947 por un grupo de ingenieros de la universidad de Harvard. El ordenador con el que trabajaban, el Mark II, presentaba un fallo en un relé que impedía su buen funcionamiento.
Había una polilla por ahí dentro que, haciendo de las suyas, impedía que este funcionase con normalidad. Tomaron la polilla y, en un acto de supremacía y rebeldía, la pegaron con cinta adhesiva en la bitácora del sistema (bitácora que estaba escrita en un folio).
Figura 1. First actual case of bug being found |
Voilà, primer debug (depuración) de la historia completado con éxito. Tan impredecibles como siempre estos bugs...
Este post está también disponible en inglés en "The origin of the so-called 'bugs'".
Muy bueno!!!
ResponderEliminarGracias!
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